¿Sabias que las vitaminas…?
¿Sabias que las vitaminas…?
Las vitaminas son tan importantes para el organismo, que algunos las han comparado con un mecanismo de precisión que permite la utilización adecuada de las materias primas como glúcidos, lípidos y proteínas. Si falta una sola vitamina, la ración alimenticia resulta impropia al metabolismo. De esta forma, su consecuencia inevitable, son los trastornos. La falta de vitaminas produce avitaminosis, lo que debilita las defensas contra las enfermedades e infecciones.
Es decir, tienen un papel asignado insustituible, que ningún otro componente puede suplir. Es necesario señalar que las vitaminas abarcan el grupo llamado provitaminas, más existe una diferencia entre amos. Mientras que las vitaminas son utilizadas directamente por el organismo en la forma en la que los recibe de los alimentos, las provitaminas son sustancias que el organismo va transformando en vitaminas.
En su mayor parte, ambas están contenidas en alimentos naturales, especialmente en las frutas, verduras y, curiosamente, los huevos y la leche.
Esto, porque existen sustancias derivadas de animales que contienen vitaminas, como el huevo. El hígado, por su parte, también contiene muchas vitaminas, más, estas siguen siendo consideradas provenientes del reino vegetal, pues son los depósitos de reservas vitamínicas que el animal a elaborado, por las substancias vegetales que ha ingerido. Un claro ejemplo, es la vitamina D, presente en el hígado muchos pescados.
El tiempos pasados, la alimentación natural permitía al hombre producir sus propias vitaminas. La alteración de la alimentación en nuestros días ha hecho que el hombre pierda esta capacidad. Se ha confirmado plenamente, mediantes estudios científicos y empíricos, que una alimentación rica en vitaminas retarda la vejez, permite el mejor aprovechamiento de los alimentos y cura las enfermedades.
Si la falta de vitaminas no es muy significativa, no produce grandes molestias, pero si va en aumento, causa inflamación en los ojos, ceguera nocturna, raquitismo, aborto, esterilidad, alteraciones en el sistema nervioso, hemorragias, hipertensión, debilitamiento del corazón, mal funcionamiento del hígado, inflamaciones de la boca y de la lengua, irritación en la piel, diarreas y vómitos, y un larguísimo etcétera.
La medicina natural suministra las vitaminas por vía bucal, mediante alimentos ricos en ellas, los cuales, como es bien sabido, contienen otros elementos curativos y vitales. Por esta razón, la terapia ha evolucionado de regreso a lo natural, aconsejando recurrir siempre a los alimentos naturales como base de la alimentación para la generación de energía, vigor y salud.
La primera vitamina que se descubrió fue la vitamina B. Su ausencia provoca una enfermedad llamada beriberi, caracterizada por la fatiga general, la falta de ánimo y apetito y la delgadez mórbida. A estos síntomas siguen trastornos nerviosos que, al acentuarse, causan la polineuritis, enfermedad de los nervios, tan peligrosa que si no es combatida rápida y eficazmente, puede llegar a provocar la muerte.
Así, la falta de vitamina C provoca el escorbuto, que origina graves hemorragias, anemia creciente, fuerte palidez, caída de dientes, dolores en las articulaciones, entre otras. Se trata de un grave mal que si no es atacado con la suficiente energía puede, también, ser mortal.
La lista continua con todas las vitaminas, por eso, cuando se dice que son elementos indispensables para el cuerpo humano y su buen funcionamiento, es un hecho determinado, aunque el organismo las necesite en cantidades moderadas.