Adiccion Genetica
Adiccion Genetica
Genética: el plano de la salud y la enfermedad
¿Por qué algunas personas se vuelven adictas, mientras que otros no lo hacen?
Los estudios de gemelos idénticos indican que tanto como la mitad del riesgo de un individuo de convertirse en adictos a la nicotina, el alcohol, u otras drogas depende de sus genes.
Concretando la base biológica de este riesgo es una importante vía de investigación para los científicos que tratan de resolver el problema del abuso de drogas.
Genes – unidades funcionales que componen nuestro ADN – proporcionan la información que dirige las actividades celulares básicos de nuestro cuerpo.
La investigación sobre el genoma humano ha demostrado que las secuencias de ADN de dos individuos son 99,9% idéntica.
Sin embargo, que la variación de 0,1% es profundamente importante, que contribuye a las diferencias visibles, como la altura y el color de pelo, y las diferencias invisibles, como el aumento de los riesgos para la protección, o desde, ataque al corazón, derrame cerebral, diabetes y la adicción.
Algunas enfermedades, como la anemia de células falciformes o la fibrosis quística, son causadas por un error en un solo gen.
La investigación médica ha sido sorprendentemente exitoso en desentrañar los mecanismos de estos trastornos de un solo gen.
Sin embargo, la mayoría de las enfermedades, incluyendo la adicción, son más complicadas: las variaciones en muchos genes diferentes contribuyen al nivel general de un individuo de riesgo o resistencia.
La vinculación de los genes para la salud: estudios de asociación de genoma completo
Los recientes avances en el análisis del ADN están permitiendo a los investigadores a desentrañar las interacciones genéticas complejas mediante el examen de la totalidad del genoma de una persona a la vez.
Estos estudios de asociación del genoma (GWAS) identificar sutiles variaciones en la secuencia del ADN llamados polimorfismos de un solo nucleótido (SNPs) – lugares donde los individuos se diferencian en una sola letra del código genético.
Si un SNP aparece con más frecuencia en personas con una enfermedad que los que no, se supone que se encuentra en o cerca de un gen que influye en la susceptibilidad a la enfermedad.
GWAS son extremadamente poderosos porque son imparciales y global: pueden implicar un gen conocido en un trastorno, y pueden identificar los genes que pueden haber sido pasados por alto o previamente desconocidos.
Basándose en los resultados de GWAS, los científicos reunir pruebas adicionales de las familias afectadas, modelos animales y experimentos bioquímicos para verificar y comprender el vínculo entre un gen y el riesgo de una enfermedad.
Investigación Avance:
La variación genética puede aumentar el riesgo de adicción a la nicotina y el cáncer de pulmón
Un estudio de asociación del genoma apoyada por el NIDA han encontrado recientemente que una variante en el gen de una subunidad del receptor nicotínico duplicó el riesgo de adicción a la nicotina entre los fumadores (Saccone et al., 2007).
Un estudio realizado en Islandia verificó esta asociación, encontrando que esta región también está vinculada a la vulnerabilidad al cáncer de pulmón y la enfermedad arterial periférica (Thorgeirsson et al., 2008).
Esta es la primera evidencia de una variación genética que influye tanto la probabilidad de adicción a la nicotina y el riesgo de un individuo de las consecuencias graves para la salud del consumo de tabaco.
¿Qué papel juega el medio ambiente en una enfermedad como la adicción?
Ese viejo “naturaleza o la crianza?”
Dicho podría ser mejor expresado “naturaleza y educación,” porque la investigación muestra que la salud individual es el resultado de las interacciones dinámicas entre los genes y las condiciones ambientales.
Por ejemplo, la susceptibilidad a la hipertensión arterial está influenciada por la genética y el estilo de vida, incluyendo la dieta, el estrés y el ejercicio.
Las influencias ambientales, como la exposición a las drogas o el estrés, pueden alterar tanto la expresión génica y la función del gen.
En algunos casos, estos efectos pueden persistir durante toda la vida de una persona.
La investigación sugiere que los genes también pueden influir en la forma en que una persona responde a su entorno, colocando algunas personas en mayor riesgo que otros.