Decodificando el apéndice
El mito que por muchos años ha contemplado al apéndice como un órgano sin alguna función determinante: un vestigio de la evolución, podría quedar absuelto debido al resultado de un estudio realizado por médicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke, en Durham, Carolina del Norte, que revela las propiedades inmunológicas de tal.
Resulta que el apéndice, ubicado en el intestino grueso, es, en realidad, un refugio bacteriano de nuestro sistema digestivo, por lo que al verse bloqueado, por heces o un cuerpo extraño – que sucede en el 7% de la población-, puede romperse, convirtiéndose así, en una amenaza mortal.
¿Cómo reconocer que algo anda mal con el apéndice?
La polémica que ha generado este órgano es mucho más grande que sus 8 a 10 centímetros de largo, ya que es una de las principales emergencias médicas a nivel mundial. El apéndice anuncia su llegada con DOLORES que comienzan alrededor del ombligo, y en las siguientes 4 a 6 horas, de manera constante y precisa se acomoda en el cuadrante inferior derecho del abdomen, convirtiéndose, en el principal síntoma que presenta un apéndice en mal funcionamiento.
Es muy probable que el abdomen se hinche de manera evidente.
A pesar de que muchas de las reacciones que el cuerpo libera para comunicarnos que el apéndice está en problemas sean de carácter general, como lo son el MALESTAR FÍSICO, LA PURGA (VOMITO-DIARREA) Y LA FALTA DE APETITO, cuando suceden paralelo al dolor previamente descrito es un claro indicador de que hay que tomar acción.
Según sus antecedentes, el apéndice tiende a fallar con mayor facilidad en niños y niñas y hasta los treinta años de edad, con menor frecuencia. Cuando esto sucede, es muy normal que en las primeras horas de evolución del fenómeno que acontece, suba la FIEBRE, especialmente si hay infección.
Si el apéndice se rompe por exceso de materia fecal genera una reacción inflamatoria y una infección severa, lo que responde al porqué es el apendicitis la principal causa de cirugía abdominal de emergencia.
Este pequeño cilindro, cómo algunos doctores le llaman, de no estar siendo cuidadosamente atendido, puede ocasionar que ESCALOFRÍOS Y TEMBLORES invadan el cuerpo.
De haber presentado los anteriores síntomas, es imprescindible acudir a recibir atención médica inmediatamente.
Por medio de un examen de orina se mide el nivel de leucocitos (glóbulos blancos) en la sangre, ya que este tiende a subir durante casos de apendicitis avanzada, ocasionando lo que se conoce cómo LEUCOCITOSIS.
El apéndice, al tener síntomas tan imprecisos, (los síntomas se tienden a confundir con infecciones gastrointestinales) cuando se encuentra en estado de alerta, por lo que, regularmente, se retrasarse el diagnostico, convirtiéndose, en una de las principales causas de defunción según la Organización Mundial de la Salud.
¡Qué ni se te acerque!
Antes de vernos en situaciones médicas que impliquen intervenciones quirúrgicas, mejor es darle al cuerpo todo lo que podamos para ayudarle a mantenerse con fuerza y buena salud.
En primera instancia, al vernos frente una enfermedad lo primero es que tomemos una pausa: un descanso emocional, puesto que la ansiedad y el estrés o miedo a la incertidumbre son el nido de muchas enfermedades tanto físicas como mentales, según lo afirman muchos estudios publicados en la web.
Alimentarnos con fuentes primarias de fibra como los son en su mayoría frutas y verduras, trigo integral y plantas antibacterianas y antibióticos naturales, previenen la aparición de microorganismos en el sistema digestivo.
Beben infusiones de equinácea, y/o consumir regularmente jengibre y cúrcuma dado a sus propiedades curativas puede resultar beneficioso para la prevención tanto de apendicitis, como de otros posibles factores que afecten el apéndice.
*****En la prevención está la solución.
Michelle Macluf.
https://www.natursan.net/para-que-sirve-el-apendice-sus-funciones-principales/
https://www.mdsaude.com/es/2015/10/sintomas-de-la-apendicitis.html
