Huertas: la evolución de la revolución

Huertas: la evolución de la revolución

Queridos y queridas lectoras, el que las huertas, la nueva revolución alimenticia no sea un secreto, más una necesidad básica, me permite hacerles una invitación.

Al hacer una huerta, sembrarla y que crezca, hágala bella y esa, es la respuesta de ella.  Jardines comestibles cuya fragancia atrapa al instante, si de querer fineza al paladar se trata.

En este momento, de no tenerse, al menos se reconoce que, tener una huerta en casa, o mejor aún, en comunidad, resulta ser la evolución de la revolución. De ser implementado, implica un cambio radical en el estilo de vida y el sistema monetario. Hilando delgado, podría afirmar que su potencial radica en el fin de la alimentación industrializada, o, quizás, en la disminución de la erosión de los suelos y la contaminación de los ríos. Habrá ricos que ganen menos, es triste, yo sé, más quien siembra gana más vida y le cambia la vibración, hasta el pensamiento y directo al corazón.  Al pensar en comunidad cada quien aporta un poco y de ahí nace el montón, y mi invitación es a que usted le ponga sazón.

Colgar orégano en la cocina, para poner en la pasta, y para hacer tinturas que sanan la digestión, la circulación  y los dolores de menstruación; mucho más al alcance que un fármaco sin emoción; sin gastar más que en la semilla se tratan las dolencias de toda la familia.

Guindar romero para las papas asadas, o hágalo en té si anda con la nariz tapada. Para males estomacales, la dosis de bien. Equilibrio al cuerpo viene a dar, por eso, imagine ¡qué lindo!, tenerle presente en la cocina donde el sol también le vaya a dar.

Meter el jardín a la casa es una posibilidad que le agrega eficacia y hermosura a esta gran conspiración secreta, la de sanarnos y al mundo enfrentar.

Por algún rincón, para aliviar la digestión, perejil, para infusiones, y en ocasiones para darle a la comida el sabor y la elegancia. En la terraza posa esbelta la menta,  para cuando quiera calmar la mente y  nuevamente la digestión.

La albahaca, que crece abundante, hermosa y olorosa, antiespasmódica; antibacteriana; antiinflamaroia y estimulante, además de la ansiedad es un calmante. Para que espante el dolor, tomillo alrededor, o para embellecer el alimento con su olor.

Sucediendo la huerta, no solo comienza a sanar nuestro sistema digestivo, el hogar de nuestras emociones, sino que el ambiente se comienza a transformar a la vez que nosotros. Es una posibilidad infinita, puesto que este articulo intenta reflejar no solo los importantísimos cambios en la salud y estilo de vida que esto implica, por ende, patrón de pensamiento, sino que también la eficacia de ellas y su hermosura, que con su sola presencia transforma a su alrededor.

Además de con las plantas, comenzar a un dialogo desarrollar, es salvar dos pájaros, quizás más, sin la necesidad de un tiro, puesto que, un cuerpo, al recibir la medicina que contienen las plantas, hierbas y hortalizas, tiene el sistema inmunológico, y todas las células de su cuerpo, trabajando a su favor.

De este modo, tristemente, en el mundo exterior, muchos líderes mundiales deberán abandonar su puesto, porque las pastillas de colores se inventaron, solo hasta que apareció en el tenedor, el plástico consumidor.

 

Medicina Positiva