Menstruando sin censura
Menstruando sin censura
La revolución actual no trata de conspiraciones sucediendo fuera sino dentro del cuerpo humano, en el lugar, donde al profundizar, todos nos encontramos.
La revolución es volver al centro del ser, a su verdad, que está conectada a todo lo que la rodea y que es guiada por la naturaleza, la fuerza de vida, más poderosa, que podemos percibir con nuestros cinco sentidos básicos.
Para poder profundizar en nuestro ser es indispensable despojarnos de cualquier creencia que nos limite a explorar algún rincón de nuestro ser. Pues, el miedo se esconde bajo argumentaciones prestablecidas desde antes de la gestación. La memoria del cuerpo tiene presente ciertas acciones o afirmaciones sociales, y de esa manera, podemos llegar a creer que realmente nuestra menstruación es inservible y asqueroso, lo cual nos ubicaría en un lugar bastante alejado de la realidad.
Lo cierto es que la menstruación es un sistema maravilloso que tenemos las mujeres para sincronizarnos con el movimiento planetario y estelar para así estar más alineadas con nosotras mismas y con las energías universales que nos rigen. Cuando digo que es un sistema elevadísimo, es porque realmente lo es, puesto que su principal guía es la luna, quien en cada fase, al igual que la menstruación, nos presenta, tanto personal como colectivamente, mucho del trabajo que tenemos que hacer como seres que habitan este planeta.
En cuanto a trabajo ando bien alejada del concepto capitalista que se le ha otorgado. En este caso refiere a trabajo todas las acciones que se implementen para mejorarse como ser humano dentro de un grupo de seres humanos, es decir, como individuo, dentro de una sociedad.
La menstruación es un tiempo para profundizar en la meditación. Conocer los secretos más oscuros de una misma es la herramienta más poderosa que tenemos para escudarnos de nosotras mismas. Conocer la menstruación y cada caverna de nuestra psique nos permite tener control de nuestras acciones y reacciones. Esto sucede porque al permitirnos navegar por nuestro interior estamos conociendo las diferentes sensaciones, emociones y pensamientos que nos conforman como seres vibrantes dentro del maravilloso planeta tierra.
Mujeres, para empezar a realmente conocer nuestra menstruación, debemos hacerlo con claridad e intención. Sembrar la luna es el primer paso, esto significa tomar la sangre que de una sale, como símbolo de limpieza energética, y ofrendarla a la madre tierra. La mejor manera de hacer esto es con una copa menstrual, hecha de hule –al usarla contribuimos a la protección de la naturaleza- o utilizando toallas de papel (a la antigua).
Una ve comenzado este proceso la menstruación se convierte, sin la necesidad de fingir nada, en una excelente amiga. Cada vez que viene le gusta jugar de una manera diferente y cada vez que lo hace está comunicando algo distinto de cada una de nosotras. Si duele, es porque hay darle más atención. Reposar, tomar té, escucharse es lo más importante, y más importante que eso, es que una vez que te has escuchado, actúa de acuerdo a lo que sientes, así, como magia, la menstruación va sanando, y va pintando de colores diferentes la realidad que compartimos.