¿Qué es más saludable, el vino tinto o el blanco?
¿Qué es más saludable, el vino tinto o el blanco?
Este artículo fue actualizado por Jorge Camarena el 30 de mayo del 2016
Todos hemos oído la historia acerca de que el vino es saludable para el corazón. Se ha demostrado que el alcohol y los antioxidantes como el resveratrol, flavonoides, polifenoles aumentan los niveles de colesterol bueno (HDL) y previenen el daño en las arteria.
El vino también tiene antioxidantes que reducen los efectos de los radicales libres y defienden contra las enfermedades.
Estudios realizados en los años 90 indican que el alto consumo de vino en Francia podría ser parcialmente responsable de las bajas tasas de enfermedad cardiovascular en ese país, a pesar del alto consumo de grasas saturadas.
Estudios clínicos realizados posteriormente mostraron que mientras que el vino no anula todos los efectos de estas grasa, los antioxidantes que contiene son buenos para la salud. Sin embargo, se ha demostrado que todo tipo de alcohol, tiene beneficios para la salud; como el etanol, un ingrediente clave que ayuda al corazón.
La razón por la que el vino tinto tiene tanta fama -aunque ninguna investigación todavía ha demostrado que es superior al blanco- es por que contiene algunos de los compuestos antioxidantes más potentes que se encuentran en la naturaleza.
Aparte de los polifenoles, ácidos fenólicos, flavonoides y otros compuestos que se mencionaron anteriormente, es el resveratrol es la verdadera estrella de rock. El resveratrol es una sustancia química catalogada como la gran promesa en la lucha contra el daño en el corazón y el daño cerebral, al revertir las condiciones dañinas y reducir la inflamación en estos órganos.
Estos compuestos se encuentran en la piel de la uva, las cuales son más frecuentemente halladas en el vino tinto que en el blanco, debido a que las uvas permanecen intactas -con todo y piel y semillas- en la elaboración del vino tinto.
Por lo tanto, las investigaciones demuestran que si se quiere prevenir un accidente cerebrovascular, enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer de colon, el vino tinto es la bebida a escoger.
Los vinos blancos se hacen de uvas blancas -obiamente- y se hacen sin las semillas ni las pieles. Después de que las pieles se quitan, se añade levadura para fermentar el jugo. Los vinos blancos tienden a ser ligeros, con un sabor afrutado y aroma agradable. Los vinos blancos son también ricos en antioxidantes.
Estudios de laboratorio realizados en América y Europa han mostrado que los polifenoles contenidos en las uvas rojas y blancas son igualmente ricos en antioxidantes y algunos incluso han demostrado que el vino blanco en realidad podría ser más eficaz al reducir la actividad de los radicales libres, así como el colesterol.
Sin embargo, el vino blanco no contiene resveratrol. Los efectos del resveratrol requieren mayores estudios; sin embargo, está comprobado que pueden impedir el crecimiento celular del cáncer, incluido el cáncer de mama. También pueden evitar que los depósitos de grasa se adhieran a paredes arteriales. Como los vinos rojos son fermentados por períodos más largos contienen más resveratrol.
En resúmen: todos son buenos… con moderación.
Los beneficios para la salud de vino pueden ser anulados si se consume en exceso. La recomendación media es de dos copas al día, aunque algunos dicen que debe ser una para las mujeres y dos para los hombres, bajo el argumento de que las diferencias en la fisiología y las tasas de alcohol soportadas por el metabolismo son motivo de preocupación.
Por desgracia, la mayoría de las mujeres tendrán una mayor concentración de alcohol en la sangre a menor medida de consumo, a diferencia de los hombres. Pero, una vez dicho esto, este artículo no debe ser una excusa para que los abstemios se animen a agarrar el hábito.